El domingo se disputará la reedición de la final entre el ratiopharm Ulm y el FC Bayern. Los de Baden-Wurtemberg están ansiosos por vengarse tras la amarga derrota de la temporada pasada.
«Después de una final tan emocionante, es normal que sienta algo diferente por este partido. Estuvimos a punto de ganar al Bayern en la final y llevarnos el título a Ulm. Por eso, tenemos una pequeña cuenta pendiente que nos gustaría saldar», declaró el entrenador del Ulm, Ty Harrelson, antes del partido del domingo (16:30 h, en directo en Dyn).
Sin embargo, la situación inicial es algo diferente a la de la temporada anterior: el FCBB ocupa el segundo puesto de la tabla con cinco victorias en seis partidos, mientras que Ulm solo ocupa el puesto 13 con tres victorias y cuatro derrotas. Las razones son, además de las bajas en verano, las lesiones sufridas durante la temporada hasta ahora.
«Múnich vuelve a ser increíblemente fuerte esta temporada. Cuenta con una plantilla muy amplia y con mucho talento. Al final, solo pueden alinear a 12 jugadores y no podemos saber exactamente quiénes se enfrentarán a nosotros en la cancha. Nuestras lesiones no son una excusa, forman parte del deporte. Los jugadores que están en la cancha tienen que darlo todo», explicó Harrelson. También será una noche emotiva para Justinian Jessup, que se marchó de Ulm a Múnich en verano y está consiguiendo buenos números (11,8 puntos y 4,0 rebotes de media).

