El héroe local George Russell cambió su cuarta posición en la parrilla por neumáticos lisos antes de la salida, una apuesta arriesgada que no dio sus frutos para Mercedes
Al final, los Flechas Plateadas solo pudieron llevarse un mísero punto de Silverstone: decepción para el jefe del equipo, Toto Wolff, que no estuvo conforme con la estrategia de ambos coches. Decepción también para Kimi Antonelli, tras su segundo abandono consecutivo. Y, sobre todo, decepción para el héroe local George Russell, que tras quedar cuarto en la clasificación soñaba más con el podio que con la décima posición.
«Creo que la parada temprana en boxes no fue una decisión tonta», defiende Russell a pesar de todo el cambio temprano de Mercedes a neumáticos lisos al final de la vuelta de formación, por lo que perdió su buena posición de salida: «Estuvo seco durante 25 minutos», dice Russell, aunque admite: «Lo que no sabíamos era que habría una fase de 15 minutos de coche de seguridad virtual».
«Al final de esa fase, de repente teníamos una ventaja de cinco segundos sobre los pilotos con neumáticos intermedios. Si hubiéramos podido aprovechar esta ventaja durante toda una fase de la carrera, quizá incluso habríamos vuelto a ponernos en cabeza», cree el piloto de Mercedes: «Cuando las cosas salen bien, salen bien, pero hoy nos han salido mal».
Sin embargo, Russell está satisfecho con el riesgo que asumió Mercedes: «En nuestra situación, si vas sobre seguro, llegas seguro a meta. Probablemente habríamos quedado cuartos. Y claro, ahora que estoy aquí, desearía que hubiéramos conseguido ese cuarto puesto». Pero el británico matiza: «Pero sí, queríamos ser valientes, arriesgarnos. Tomamos algunas decisiones arriesgadas y, al final, nos salieron mal».
El problema: una decisión errónea llevó a Mercedes a cometer otra, ya que el segundo cambio a neumáticos lisos más adelante en la carrera también falló en cuanto al timing, aunque el jefe del equipo, Toto Wolff, se mostró comprensivo: «En ese momento estaba atrapado detrás de Gasly porque el rendimiento del coche simplemente no era suficiente para adelantar. Y luego fue probablemente un acto de rebeldía: hacer algo completamente diferente a todos los demás con la esperanza de obtener un mejor resultado», afirma el vienés.
El final ya se conoce: simplemente no era el día de Mercedes. A pesar de los altibajos, ¿disfrutó al menos un poco el héroe local en una carrera caótica, como pequeño consuelo y compensación por el pobre resultado? «No realmente. Solo es divertido cuando estás en una buena posición», dice Russell: «Al principio, con los neumáticos secos, me sentía muy fuerte». Pero luego, como ya se sabe, volvió la lluvia