El Flamengo es el nuevo campeón de la Copa Libertadores y sucede así al Botafogo FR, ganador del año pasado. En una final muy disputada y plagada de faltas, al final bastó un potente cabezazo para decidir el partido.
La final de la Copa Libertadores, la competición de clubes más importante de Sudamérica y comparable a la Liga de Campeones europea, se disputó este sábado en un escenario pintoresco. Los dos clubes tradicionales brasileños, el Palmeiras de Sao Paulo y el Flamengo de Río de Janeiro, se enfrentaron en el Estadio Monumental de Lima, la capital de Perú, frente a la idílica colina de San Cristóbal.
Desde un punto de vista neutral, la final en sí misma resultó bastante previsible.
Ambos equipos se tantearon durante mucho tiempo y llamaron la atención más bien por su juego cada vez más brusco. Las numerosas faltas también frenaron una y otra vez el juego del Flamengo. Al fin y al cabo, el equipo de Río de Janeiro, con jugadores veteranos como Danilo, Alex Sandro (ambos exjugadores de la Juventus) o Jorginho (campeón de Europa con Italia y anteriormente en el Arsenal, el Chelsea y el Nápoles), se mostró más seguro con el balón. También ejercieron presión de vez en cuando, pero sin desestabilizar la defensa del Palmeiras.
Pulgar da una patada y no es expulsado
Solo Samuel Lino, tras una buena jugada, envió un peligroso disparo que se fue por el poste derecho (minuto 16), mientras que su compañero Pulgar debería haber visto la tarjeta roja en el minuto 30. Tras el pitido final, este corrió hacia el jugador del Palmeiras Fuchs y le dio una patada malintencionada en la espinilla. Sin embargo, el VAR ni siquiera citó al árbitro principal en el área de revisión, por lo que se mantuvo la tarjeta amarilla. Una grave decisión errónea del equipo arbitral, ya que no tenía nada que ver con el deporte limpio.
El exjugador del Wolfsburgo Bruno Henrique (14 partidos en la Bundesliga) se plantó solo ante el portero del Sao Paulo, Carlos Miguel, poco antes del descanso, tras un gran pase en profundidad de Carrascal. Sin embargo, a pesar de regatear al portero, el delantero no encontró la portería (43′). Así, el marcador se mantuvo 0-0 al final de la primera parte, también porque, por otro lado, el delantero Vitor Roque (FC Barcelona, Real Betis, entre otros) no logró nada.
Danilo salta y celebra el gol.
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La segunda parte finalmente cautivó con fútbol puro. Ambos equipos combinaron con más frecuencia, más seguridad y más determinación. A pesar de ello, se cometieron numerosas faltas, pero durante mucho tiempo predominó el deporte en sí, con ocasiones para el Palmeiras (50′) y el Flamengo por medio de Samuel Lino (54′) y tras un error del portero Carlos Miguel (57′). Un remate de cabeza de Carrascal tras un centro de Alex Sandro se fue desviado por la derecha (62′). En ese momento, el marcador seguía 0-0 en cuanto a remates a puerta. Por lo tanto, parecía que se iba a llegar a la prórroga y a los penaltis. Pero eso no sucedió, porque el defensa del Flamengo Danilo, libre de marca, saltó tras un córner y marcó el 1-0 con un remate perfecto que dio rebote en el poste izquierdo (67′). La alegría posterior no tuvo límites. Casi se produjo el 1-1, pero tras un error del portero Rossi y Danilo (70′), no se pudo sacar provecho, al igual que con un peligroso remate del defensa Murilo (71′).
Y, sin embargo, al final debería haber sido 1-1 y prórroga, pero el delantero del Palmeiras, Vitor Roque, no acertó a marcar desde muy cerca y en posición central. Su remate se fue ligeramente desviado (89′), mientras que, en el otro lado, casi se marca el 2-0 (90’+2). Aun así, el Flamengo mantuvo su escasa ventaja hasta el final y ganó la Copa Libertadores por cuarta vez, tras 1981, 2019 y 2022, lo que se celebró como es debido. Mientras tanto, los hombres de Sao Paulo se quedaron con la cabeza gacha y las lágrimas en los ojos.