En Uruguay crece la presión sobre el seleccionador nacional Marcelo Bielsa. Ante las críticas, este ha decidido pronunciar un memorable discurso.
Es considerado un modelo a seguir por muchos de los mejores entrenadores del mundo, entre ellos Pep Guardiola, que lo admira. Marcelo Bielsa se ha labrado una cierta reputación. Al argentino se le ha bautizado con el apodo de «El Loco», cuyo origen exacto es controvertido. Una cosa es segura: cuando Bielsa se pone manos a la obra, la cosa puede ponerse fea. El seleccionador de Uruguay siempre exige lo máximo de sí mismo y de sus jugadores.
Rendirse no entra en sus planes. El público también pudo comprobarlo tras la derrota por 1-5 de La Celeste en el partido amistoso disputado en Estados Unidos. Ante la creciente presión para que dimitiera de su cargo, Bielsa decidió salir a la palestra y convocó una memorable rueda de prensa. Más de una hora y 45 minutos.
El miedo de Bielsa a perder
«Soy tóxico. Cuando llego, el ambiente se vuelve tenso. Por eso rara vez aparezco», comenzó Bielsa la conversación con los representantes de los medios de comunicación. A pesar de la soberana clasificación para el próximo Mundial (Uruguay quedó cuarto en Sudamérica), siguen produciéndose fricciones en torno a la selección nacional. Últimamente se ha cuestionado especialmente la confianza de los jugadores en su persona y su estilo de liderazgo impersonal.
A esto se suma la falta de éxitos deportivos, ya que solo se han ganado tres de los últimos diez partidos. La situación actual no es la deseada, ya que Bielsa fue contratado tras la eliminación en la fase de grupos del Mundial de 2022 para devolver a La Celeste a su antiguo esplendor. Su respuesta a las continuas críticas el jueves por la noche (hora local) fue diferente a lo que muchos esperaban. «Soy tóxico. Si te relacionas conmigo, te sentirás peor», confesó el técnico de 70 años.
Solo ve errores que hay que corregir. Además, es exigente, nunca está satisfecho con nada y su único tema de conversación es su trabajo, enumeró el argentino sus debilidades. Tampoco se detuvo ante su aversión por la interacción humana. «Cuando sale a comer, lee el periódico porque no quiere integrarse con sus semejantes, para no tener que hablar de cosas que le distraigan de todo eso», contó Bielsa en tercera persona sobre sí mismo.
Una de las principales razones de su comportamiento: el miedo a perder, según dice el septuagenario. «No crean que esto me divierte. Para mí es karma. Soy tímido y obsesivo. Parezco un robot. No me gusta el desorden. Me cuesta comportarme de forma libre y amistosa». En contraste, el entrenador, que a menudo parece tan malhumorado, también debería mostrar en la capital, Montevideo, un lado humano y emocional que hasta ahora ha permanecido oculto en su mayor parte. «Estoy firmemente convencido de que las emociones se desarrollan mejor», afirma.
La selección nacional como lugar para la forma original del fútbol
Así contó Bielsa sobre una canción de fútbol que le emocionó mucho. Desde la perspectiva de un aficionado de un club amateur, esta canción habla del amor puro por el fútbol. «Hay que ser de piedra para que esta canción no te emocione», concluye. También la utiliza para motivar a sus pupilos antes de un partido importante. «Les dije a los jugadores: «Escuchad bien. Porque cuando éramos niños, nos encantaba el fútbol»», reveló Bielsa, y continuó con una oda al pasado: «Cuando éramos niños, una tapa de botella y una pared eran un balón y una portería. La entrada del garaje de una casa, un tomate o un calabacín eran un balón y una portería. Ese es el pasado de todos los que amamos el fútbol. Y cuando miras atrás a ese pasado, es mucho mejor». Un mensaje importante a ojos de Bielsa: según su convicción, cada vez más jugadores se dan cuenta de ello y quieren volver a esa forma original para poder mejorar. «No les importa si ganan dinero o no», afirma Bielsa con seguridad y quiere ofrecer el mejor entorno para ello en la selección nacional. «Vienen porque eso es precisamente lo que buscan. ¿Cómo no voy a valorar esas emociones, ese sentimiento de pertenencia?», respondió a las críticas sobre su estilo de liderazgo. Sin embargo, aún está por ver si el técnico de 70 años se ha hecho un favor a largo plazo al revelar sus pensamientos más íntimos. Por el momento, Bielsa, que ha ganado 16 de los 31 partidos internacionales (ocho empates y siete derrotas) desde que asumió el cargo, ha recibido el apoyo de la federación hasta el Mundial del próximo año.

