El primer partido amistoso del FC Liverpool estuvo marcado por la muerte accidental de Diogo Jota. El nuevo fichaje de verano, Florian Wirtz, no formó parte de la convocatoria.
El Liverpool disputó en Preston North End el primer partido amistoso de la nueva temporada. Pero antes se recordó a Diogo Jota, fallecido recientemente en un accidente mortal. Alrededor del partido hubo numerosos gestos emotivos y homenajes en memoria del portugués y de su hermano André Silva.
Además de un minuto de silencio, una artista cantó la canción «Can’t Help Falling In Love» y el himno del Liverpool «You’ll Never Walk Alone», y el capitán del Preston, Ben Whiteman, depositó una corona de flores. Además, se mostraron imágenes de los hermanos en las pantallas del estadio, mientras los jugadores y los aficionados luchaban visiblemente por contener las lágrimas.
«Nada parece importante cuando se piensa en lo que ha pasado», dijo el entrenador Arne Slot en un vídeo publicado por los Reds sobre el partido contra el Preston North End, pero añadió que el Liverpool es un club de fútbol «y tenemos que volver a entrenar y tenemos que volver a jugar, queramos o no». Y así lo hicieron.
El fichaje récord Florian Wirtz, que fue traspasado en verano por 150 millones de euros del Bayer 04 Leverkusen, no formó parte de la convocatoria, al igual que otros jugadores destacados como el capitán Virgil van Dijk, el portero titular Alisson o el campeón del mundo argentino Alexis Mac Allister.
Pura medida de precaución
Según informaciones coincidentes de los medios de comunicación, se trataría de una medida de precaución tras el inicio imprevisto de la pretemporada debido al fallecimiento de Diogo Jota, cuyo dorsal, el 20, no volverá a ser asignado en el Liverpool.
Mientras que Wirtz, que llevará el 58 hasta que se anuncien oficialmente todos los números durante la pretemporada, ni siquiera estaba en la convocatoria, Jeremie Frimpong, el segundo fichaje del Leverkusen este verano, se sentó en el banquillo. Giorgi Mamardashvili, fichado del Valencia, debutó bajo los palos, mientras que Mo Salah capitaneó al equipo en el campo contra el equipo de segunda división. Ambos equipos saltaron al campo con brazaletes de luto. Los Reds ganaron el partido por 3-1 con goles de Conor Bradley (33′), Darwin (53′) y Cody Gakpo (88′).