Solo en la Bundesliga se invierten más de 250 millones de euros: ¿por qué el FC Liverpool puede invertir tanto en el mercado de fichajes sin tener problemas con el fair play financiero?
Al parecer, los responsables del FC Liverpool han conseguido deshacerse de los reflejos habituales. Lo que hicieron los Reds en el último mercado de fichajes de verano y lo que están haciendo ahora en el actual habla, en cualquier caso, a favor de un club para el que podría haberse inventado la palabra «anticíclico». Hace un año, cuando la era de Jürgen Klopp llegaba a su fin con una temporada irregular, el Liverpool renunció prácticamente a fichajes, solo para ahora, como campeón, invertir de repente a lo grande.
Por el centrocampista Florian Wirtz (unos 125 millones de euros), el lateral derecho Jeremie Frimpong (entre 35 y 40 millones de euros, ambos del Bayer Leverkusen) y el lateral izquierdo Milos Kerkez (unos 47 millones de euros, del Bournemouth) ya se han pagado más de 200 millones de euros en concepto de traspasos. Y con Hugo Ekitiké, cuyo fichaje por el Eintracht de Fráncfort por una suma cercana a los 90 millones de euros está a punto de cerrarse, el campeón inglés superará la barrera de los 300 millones, aunque la mayor parte irá a parar a la Bundesliga.
Si a esto le sumamos el interés, ahora enfriado por Ekitiké, por el delantero del Newcastle Alexander Isak, por el que los Reds estaban dispuestos a pagar unos 140 millones de euros según los medios de comunicación, surge la pregunta: ¿Cómo es posible que un club de la Premier League gaste tanto en un verano sin tener problemas con las normas de juego limpio financiero de la liga y de la UEFA? En 2024/25, el Liverpool incluso generó un superávit en traspasos
El Liverpool FC se beneficia de dos cosas: la política conservadora de fichajes de los últimos años y la reciente racha de éxitos, no solo en el campo. Aunque el campeón inglés registró pérdidas en los ejercicios 2022/23 (diez millones de euros) y 2023/24 (66 millones de euros), se espera que en 2024/25 presente cifras muy diferentes.
Solo por el título de liga, los Reds pueden esperar unos ingresos televisivos de unos 200 millones de euros, y el aumento de la capacidad del estadio de Anfield también se notará por primera vez. También ayuda que la Premier League recompense las inversiones a largo plazo, como las realizadas en infraestructura o en la cantera, en el cálculo de las pérdidas máximas permitidas a un club durante tres años.
Y en el mercado de fichajes, el Liverpool logró en 2024/25 algo que los clubes punteros de la Premier League solo conocen de oídas: un superávit. Solo gastaron unos 40 millones de euros en la compra anticipada de Giorgi Mamardashvili y en el único fichaje «auténtico», Federico Chiesa, mientras que Sepp van den Berg y Fabio Carvalho (ambos del Brentford) aportaron juntos unos 45 millones de euros.
Financieramente, el Liverpool no depende de la venta de Luis Díaz
En cuanto al margen financiero en el actual mercado de fichajes, los responsables del Liverpool tienen más ases en la manga: el nuevo y lucrativo contrato con el proveedor de equipamiento Adidas, pero sobre todo algunos jugadores que prometen ingresos millonarios muy superiores a los de las salidas ya confirmadas de Jarell Quansah (35 millones de euros, Leverkusen), Caoimhin Kelleher (unos 15 millones de euros, Brentford) y Trent Alexander-Arnold (unos 10 millones de euros, Real Madrid).
Por Darwin, que en tres años nunca se convirtió en el goleador que Klopp esperaba, el campeón italiano SSC Nápoles ofreció recientemente, sin éxito, 55 millones de euros, y por Luis Díaz, el FC Bayern podría poner pronto sobre la mesa más de 70 millones de euros. El hecho de que los Reds se mantengan firmes en las negociaciones con el equipo de Múnich no solo se debe a que, tras la muerte de Diogo Jota, no pueden permitirse la marcha de Luis Díaz desde el punto de vista deportivo. También se debe a que, en estos momentos, simplemente no necesitan el dinero.