Paul Monaghan trabajó durante dos décadas en Red Bull con Christian Horner, por lo que está conmocionado por su repentina salida
El ingeniero jefe de Red Bull, Paul Monaghan, admite que la destitución del jefe del equipo, Christian Horner, fue un «choque» para él y reconoce que será un gran reto para el nuevo jefe, Laurent Mekies, volver a encarrilar al equipo.
Horner, uno de los jefes de equipo más exitosos de la historia de la Fórmula 1, con ocho títulos de pilotos y seis de constructores, fue destituido de su cargo el 9 de julio y sustituido por Mekies, que anteriormente ocupaba el cargo de jefe de equipo en el equipo hermano Racing Bulls.
Monaghan se incorporó a Red Bull en 2005 como director de ingeniería de carreras antes de asumir el cargo de ingeniero jefe, por lo que trabajó durante dos décadas codo con codo con Horner al frente del equipo. Monaghan reconoce los méritos de su antiguo compañero.
«No voy a ocultar la verdad, fue un shock para mí», admite Monaghan, repitiendo las palabras de algunos miembros del equipo, entre ellos Horner y el propio Mekies. «Es triste. Christian ha dedicado gran parte de su vida laboral a este equipo».
«Como equipo, hemos celebrado juntos muchos éxitos, quizá inmerecidos desde algunos puntos de vista, pero en cualquier caso. Lo que ha pasado, pasado está. Yo digo: gracias, Christian, por todo lo que has hecho por mí personalmente y por este equipo», afirma Monaghan.
Mekies se enfrenta ahora a la tarea de dirigir uno de los equipos más grandes de la Fórmula 1, quizás el más difícil en lo que respecta a la política interna, ya que a veces surgen fricciones entre los diferentes grupos de interés.
«Laurent se ha visto envuelto en una situación bastante difícil», opina Monaghan. «Lo conozco desde hace muchos años, es un tipo muy sociable e inteligente.
«Ahora nos toca a nosotros, como equipo, mantenernos unidos, porque hay otros nueve equipos ahí fuera esperando para luchar contra nosotros. Si queremos hacerles frente, debemos actuar como un equipo. Nos estamos preparando para hacer precisamente eso. Laurent está haciendo todo lo posible para que sigamos ese objetivo. Y eso es lo que haremos».
Ayuda para Yuki Tsunoda
Para que Red Bull siga teniendo éxito, es especialmente importante que el segundo coche mejore considerablemente, ya que los pilotos que se han turnado al volante no han logrado hasta ahora estar a la altura del líder del equipo, Max Verstappen.
Mientras que el cuatro veces campeón del mundo ha celebrado dos victorias esta temporada, superando incluso a los dominantes McLaren, Liam Lawson y Yuki Tsunoda solo han sumado siete puntos entre los dos con el segundo RB21.
Es menos que todos los demás pilotos, excepto Oliver Bearman, Gabriel Bortoleto y el segundo Alpine, que pilotaba Jack Doohan al comienzo de la temporada antes de ser sustituido por Franco Colapinto.
Sobre el reto con Tsunoda, Monaghan afirma: «Está ganando velocidad. No vamos a parar. Durante las tres semanas de descanso no nos hemos relajado y nos hemos ido de vacaciones, quizá un día o dos aquí y allá».
«Pero sí, intentamos ayudar a Yuki igual que ayudamos a Max. Nos interesa. Queremos que sea más rápido. En Austria estuvo muy fuerte. Por desgracia, la clasificación salió mal, lo que fue muy triste para él», dice en referencia a que Tsunoda solo quedó en el puesto 18 en el Red Bull Ring y luego chocó con Colapinto en la carrera.
«Eso le pone en una situación muy difícil, hay presión y todo eso. En Silverstone volvió a ir mejor. La carrera fue un poco caótica. Ahora volvemos a empezar aquí y estoy seguro de que lo conseguirá».