A Thomas Müller le quedan como máximo tres partidos con el FC Bayern. Sin embargo, ahora mismo está centrado en los cuartos de final contra el París Saint-Germain del sábado.
«Los franceses son, por supuesto, un rival de peso. No es casualidad que ganaran la final de la Liga de Campeones contra el Inter por 5-0 y se llevaran el trofeo», escribe Thomas Müller en su boletín personal, aunque considera que el resultado del partido del sábado (18:00 h) en Atlanta está totalmente abierto. «Ambos equipos están en buena forma y conocen al dedillo las cualidades del rival. Creo que será un partido muy igualado».
En el torneo actual, Müller ha jugado los cuatro partidos: en el primer encuentro contra el Auckland (10-0) y en el último de la fase de grupos contra el Benfica (0-1) jugó más de 90 minutos, mientras que contra el Boca Juniors (2-1) y en los octavos de final contra el Flamengo (4-2) solo salió como suplente.
Es probable que el jugador de 35 años tampoco sea titular contra el PSG, pero eso no le preocupa, ya que, a diferencia de la Bundesliga, «en estos grandes torneos lo que cuenta es el corto plazo. Así que, si te toca el papel de cerrar con autoridad un partido reñido en el último cuarto de hora, no hay mucho que pensar sobre lo que eso significa para la política del equipo».
Müller destaca que le gusta «vivir una auténtica experiencia de torneo con el equipo, que lleva años creciendo juntos. Con todo el equipo técnico y todos los jugadores juntos, se crea un ambiente único».
Müller sobre la importancia del fútbol en EE. UU.
A Müller tampoco se le ha escapado que los estadios rara vez se llenaban en el Mundial de Clubes. Pero no le sorprende. «En Estados Unidos, sinceramente, el fútbol no tiene la misma importancia que en Europa. Aquí dominan el baloncesto, el fútbol americano y el béisbol», explica Müller, y añade: «A veces los estadios están medio vacíos, algo impensable en la Bundesliga. No obstante, en los partidos prestigiosos se nota el ambiente que se puede crear. Así que estamos deseando ver qué pasa en los cuartos de final contra el PSG en Atlanta».

