El Manchester United ha tenido el peor comienzo de temporada en 33 años, y Benjamin Sesko tampoco tuvo ninguna oportunidad contra el Manchester City. Ruben Amorim se comportó como siempre después del partido.
Ruben Amorim ha sumado 33 puntos en sus primeros 33 partidos de la Premier League con el Manchester United, y aproximadamente el mismo número de veces ha coqueteado con la idea de marcharse. El domingo, tras la decepcionante derrota por 0-3 en el derbi contra el Manchester City, volvió a hacerlo, porque una vez más se trataba de su sistema de juego. «Si quiero cambiar mi filosofía, la cambiaré. Si no, tendrán que cambiar al hombre», es decir, a él mismo, explicó el entrenador del Manchester United, pero una vez más no dio motivos para creer que realmente esté dispuesto a cambiar.
Con el sistema 4-3-3, con dos diez detrás de un delantero, Amorim había cosechado grandes éxitos en el Sporting de Lisboa, pero en Inglaterra simplemente no ha funcionado hasta ahora, ni siquiera en la nueva temporada, antes de la cual Amorim recibió por mucho dinero los fichajes supuestamente adecuados para ello. Los problemas que conlleva el mediocampo de tres son demasiado evidentes. El ManCity también tuvo demasiada facilidad para superar el mediocampo de los visitantes.
Sesko, literalmente sin oportunidades
¿Y en la delantera? Es cierto que el ManUnited ha aumentado su poderío ofensivo en comparación con la pésima temporada anterior, gracias, entre otras cosas, al nuevo fichaje Bryan Mbeumo (antes de la jornada, ningún club de la Premier League tenía un valor xGoals más alto), pero hasta ahora no ha encontrado a nadie que marque con regularidad. Bruno Fernandes, con diferencia el mejor jugador ofensivo de los Red Devils en 2024/25, está ahora más ligado a la defensa en el mediocampo de tres, y Benjamin Sesko todavía tiene dificultades para adaptarse a la liga.
Tras tres apariciones como suplente, el nuevo fichaje procedente del Leipzig, por el que se pagaron 76,5 millones de euros, fue titular por primera vez, pero aún no ha demostrado ser el goleador que se espera que sea en el United. Mientras que Rasmus Höjlund, que «huyó» delante de él, marcó rápidamente en su debut con el Nápoles el sábado, Sesko solo tuvo 20 contactos con el balón hasta su sustitución en el minuto 80, ninguno de ellos en el área rival. Literalmente, no tuvo ninguna oportunidad. Aparte de un tiro inofensivo a puerta, no logró nada contra Gianluigi Donnarumma.
Así, tras solo cuatro puntos en cuatro partidos, el peor inicio de temporada del United en 33 años, a Amorim no le queda más remedio que jugar al tiempo. «No es el balance que debería tener el Manchester United», admitió, afirmando que él lo está pasando peor que los aficionados. «Veo que estamos mejorando, pero los resultados no lo reflejan».
En algún momento, su jefe, Sir Jim Ratcliffe, también querrá verlo, cuya expresión de frustración en la tribuna fue captada repetidamente por las cámaras durante el partido contra el ManCity. Al menos, a diferencia de muchos aficionados visitantes, Ratcliffe se quedó hasta el final.