Era probablemente el aficionado al fútbol más famoso del mundo: Manolo, el hombre del tambor. Ha fallecido en Valencia a los 76 años.
No se le conocía tanto por su nombre real, Manuel Cáceres, sino por su apodo, Manolo, o «El del Bombo», como se le llamaba en su España natal. Tras varios días ingresado en el hospital con problemas respiratorios, ha fallecido uno de los seguidores más fieles de la Furia Roja y, en general, el aficionado al fútbol más famoso del mundo.
Manolo viajaba en el avión de la selección española
Manolo era considerado un superfan, ya que desde 1982 acompañó a su gran amor, la selección española, a un total de diez Mundiales. «Ha fallecido uno de nuestros seguidores más fieles, que siempre nos ha acompañado en las buenas y en las malas», comunicó la selección nacional: «Sabemos que seguirás haciendo latir nuestros corazones. Descansa en paz, Manolo».
Cáceres era el único aficionado que podía viajar regularmente en el avión de la selección nacional. En su último partido, asistió a un espectáculo y disfrutó de la victoria por 5-4 en la tanda de penaltis de su selección española en el partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Naciones contra Holanda, el 23 de marzo en el estadio de Mestalla de Valencia.
«Inicio de su carrera» en Huesca en 1972
Los inicios de Manolo con la batería se remontan a 1972, cuando aún apoyaba al UD Huesca, un club de categorías inferiores. En 1979 debutó con la selección nacional y, entre 1982 y 2010, no se perdió ni un solo partido internacional. Manolo había anunciado el «fin de su carrera» tras el Mundial de 2026.
Sus señas de identidad: la batería y una boina vasca
No solo el tambor se convirtió en su seña de identidad, sino también una boina vasca de gran tamaño, que solía llevar en Mestalla. Frente al estadio, Manolo regentaba un bar («El Bombo») con tienda: el aficionado era toda una marca que vendía mecheros, bufandas e incluso vino.
Sin embargo, se desvinculó del Valencia CF porque el club le negó una entrada para la final de la Liga de Campeones contra el Bayern de Múnich en 2001. A cambio, aparecía ocasionalmente en el Real Madrid o el FC Barcelona.
Manolo también dio nombre al legendario percusionista que animó al público en el estadio Bökelberg de Mönchengladbach entre 1977 y 2002 y que en realidad se llamaba Ethem Özerenler. Falleció en 2008.

