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Kobel: «Hemos visto lo buenos que podemos ser»

Fue un partido de alto nivel con dos mitades completamente diferentes, del que el BVB pudo sacar una conclusión alentadora a pesar de la derrota por 1-2 en Múnich.

Cuando terminó el partido estrella de la séptima jornada de la Bundesliga y se repartieron los puntos, a primera vista todo era como siempre: los jugadores del FC Bayern celebraban con sus aficionados, mientras que los rivales, en esta ocasión el Borussia Dortmund, bajaban la cabeza. El sábado, el ganador volvió a ser el equipo de Múnich. Por séptima vez en siete partidos en esta temporada aún joven. Con 27 goles a favor y 4 en contra. ¿La victoria por 2-1 contra el que se supone que es su mayor rival es una muestra del dominio total de los invencibles? ¡Casi!

45 minutos para olvidar del Dortmund

Ningún otro equipo había estado tan cerca de sumar un punto contra el FC Bayern esta temporada como el BVB esta vez, y eso a pesar de una primera parte completamente desastrosa, que supuso la primera derrota de los visitantes desde marzo. «Para sobrevivir en Múnich, hay que jugar con valentía, hay que jugar con empuje, hay que jugar con agallas. Todo eso nos ha faltado antes del descanso», se lamentó el defensa central del Dortmund Nico Schlotterbeck tras 45 minutos para olvidar, en los que, desde el punto de vista del Dortmund, el 0-1 era aún lo mejor.
El entrenador del BVB, Niko Kovac, se equivocó en su antiguo feudo, como él mismo reconoció tras el partido, cuando se quejó de la falta de coherencia del árbitro Bastian Dankert: «Mi primera parte no fue buena, pero todo su partido fue malo», criticó al árbitro, que se mostró generoso con Harry Kane por su empujón a Serhou Guirassy antes del 1-0, pero luego no mantuvo esa línea de forma coherente. Sin embargo, el entrenador del Dortmund también sabía que no era culpa de Dankert que la primera parte fuera mal contra el BVB, sino que había que buscarla en su propio plan y en su aplicación por parte de los jugadores.

En el descanso, Kovac corrigió sus cambios, con éxito.

Por respeto al FC Bayern, el BVB había modificado su formación 3-4-3, tan exitosa últimamente, a un 5-3-2, lo que le había restado protagonismo. Ocho de los diez jugadores de campo pensaban principalmente en la defensa, por lo que faltaba cualquier alivio en la delantera contra un rival que, liderado por el omnipresente Harry Kane, hacía correr el balón y a los rivales como un reloj perfectamente sincronizado. «El hecho de que Kane se dejara caer nos causó problemas», admitió Kovac, que reaccionó al descanso ante la débil actuación de su equipo revirtiendo los cambios tácticos.
A partir de ese momento se pudo ver por qué el BVB había sido tan difícil de vencer últimamente y que incluso el aparentemente invencible FC Bayern ofrece puntos débiles que ningún rival ha podido aprovechar esta temporada. Ni el RB Leipzig, ni el Eintracht Frankfurt, ni el Chelsea FC en la Liga de Campeones. Con su probada formación 3-4-3, el BVB atacó antes, aumentó su porcentaje de posesión del balón, se metió en los duelos directos y provocó así los errores del equipo de Múnich. «Fuimos el único equipo que estuvo a un punto del FC Bayern en las últimas semanas», resumió el director deportivo del BVB, Sebastian Kehl, que se mostró aún más molesto por la primera parte, que no solo él consideró «mala».

Kobel: «Quizás entonces vuelva a estar reñido»

«Tenemos que centrarnos en nosotros mismos. Hoy hemos visto lo buenos que podemos llegar a ser. Tenemos la calidad. Tenemos la fuerza», resumió Gregor Kobel las conclusiones del Dortmund tras la evitable derrota ante el gran favorito al título. Y, sin embargo, el Múnich tiene ahora cinco puntos de ventaja sobre el Leipzig, seis sobre el VfB Stuttgart y hasta siete sobre el BVB. ¿Todo decidido antes de llegar al cuarto de la temporada? ¡Un momento! El BVB, que oficialmente no se ha posicionado como aspirante al título, aún no se ha rendido, al menos en la persona de Kobel: «Queremos sacar el máximo partido y, quién sabe, quizá entonces la cosa se ponga interesante». Como en la segunda parte en Múnich, en la que solo a primera vista todo fue como en las seis jornadas anteriores.

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