Se hizo un nombre en el Schalke y ganó todos los grandes títulos con el FC Bayern. Ahora, a los 39 años, Rafinha pone fin a una carrera en la que también causó más de un revuelo.
Quienes siguieron con atención el Mundial Sub-20 de 2005 ya sabían que Rafinha no era un secreto. El lateral derecho de la selección brasileña fue uno de los jugadores más destacados del torneo (siete partidos, dos goles), aunque la Seleção solo quedó tercera. Pero, a más tardar en ese momento, el nombre del pequeño y agresivo lateral derecho, que por entonces aún llevaba el pelo medio largo, fue anotado con entusiasmo en los cuadernos de los ojeadores.
El Schalke se llevó el gato al agua. Rafinha causó sensación inmediatamente en el equipo y, gracias a su fuerza en los duelos, su entusiasmo y su finura técnica, se convirtió en uno de los favoritos del público. No estuvo exento de escándalos a lo largo de su carrera: en 2008 faltó al campo de entrenamiento del Schalke para participar en los Juegos Olímpicos con Brasil. El resultado fue una medalla de bronce y una multa de seis cifras. En cinco años disputó 198 partidos (once goles) con los azul y blancos.
Sin embargo, no ganó ningún título con el club hasta que fichó por el FC Bayern, al que se incorporó en 2011 tras un año en el CFC Génova, en Italia. Siete títulos de liga, cuatro Copas de Alemania, además de la Liga de Campeones y la Supercopa de Europa en 2013 : Rafinha, que también podía jugar como lateral izquierdo, lo ganó todo. En 2019, tras 266 partidos (6 goles), dejó el club muniqués y, tras varios rodeos, regresó finalmente al lugar donde todo comenzó: el Coritiba, el club que lo formó.
Allí, Rafinha seguía jugando a la avanzada edad de 39 años, pero en marzo su carrera activa terminó con un gran estruendo. Afirmó que tenía que viajar a Múnich para una audiencia y, en su lugar, participó en un partido de leyendas del FC Bayern. A raíz de ello, se rescindió su contrato y Rafinha asumió «toda la responsabilidad».
El agradecimiento de Rafinha: una curiosa carrera en la Seleção
Rafinha ha colgado definitivamente las botas. «Hoy suena el pitido final en el campo para mí. Es hora de despedirme oficialmente del fútbol y lo hago con el corazón tranquilo y lleno de gratitud», escribió en Instagram. «Estoy agradecido al Coritiba, que me abrió las puertas al principio. Al Schalke, que creyó en un chico de Brasil. Al FC Bayern, que fue mi hogar durante tantos años y donde lo gané todo en el fútbol. Al Flamengo, donde viví el momento más importante de mi carrera en mi país. Al FC Sao Paulo, un club que llevo en el corazón, donde tuve la oportunidad de ganar un título sin precedentes para el club. ¡Al Olympiakos de El Pireo y al Gremio!». Con el Flamengo ganó, entre otros, la Copa Libertadores de 2019, y con el Sao Paulo ayudó al club a conquistar su primer título de la Copa de Brasil en 2023.
Rafinha también jugó cuatro veces con la selección brasileña, con pausas inusualmente largas entre medias. Debutó en marzo de 2008 y seis años más tarde disputó su segundo partido. En junio de 2017 disputó sus dos últimos partidos internacionales con la Seleção. Desde finales de 2015, Rafinha también tiene pasaporte alemán, pero no podía jugar con la selección alemana porque había participado en el Mundial Sub-20 de 2005.
«Me llevo recuerdos, experiencias, amistades y una historia de la que siempre hablaré con orgullo», concluyó Rafinha en su carta de despedida. «Hoy cierro un ciclo como jugador. Pero el amor por el fútbol es eterno. Comienza un nuevo capítulo en mi vida: fuera del campo».