Tras dos derrotas, la selección estadounidense levantó el ánimo al final de la concentración de septiembre contra Japón. Dos delanteros convocados por primera vez por Mauricio Pochettino marcaron los goles.
Tras las derrotas contra México en la final de la Copa Oro (2-1) y el merecido 0-2 en el partido amistoso contra Corea del Sur, Estados Unidos fue objeto de críticas a nueve meses del Mundial que se disputará en su país. La selección de Mauricio Pochettino perdió seis de los últimos once partidos. Sin embargo, en el segundo partido amistoso de la concentración de septiembre, el 2-0 contra Japón animó el ambiente.
El gol de Zendejas fue digno de ver. Remató de volea un centro del lateral izquierdo Arfsten. De este modo, el jugador de 27 años, que fue convocado por primera vez desde noviembre, celebró su exitoso regreso.
Lo mismo puede decirse del segundo goleador, Balogun. El jugador del AS Mónaco, que milita en Francia, aprovechó un pase en profundidad de Pulisic para marcar el definitivo 2-0. Tras un largo periodo de sufrimiento —una lesión en el tobillo—, marcó su primer gol en la era Pochettino. «Estamos construyendo algo grande aquí. Es evidente que es un gran entrenador, y se necesita tiempo, y ha intentado transmitirnos que debemos tener paciencia», afirmó Balogun.
Dos horas más tarde, en Nashville, se marcaron el doble de goles que en Columbus, donde México se enfrentó a Corea del Sur en un partido amistoso en el que, entre otros, Castrop, del Gladbach, debutó en el once inicial. Los Taeguk Warriors remontaron gracias a un disparo de Son bajo el larguero y a un remate meditado de Oh, que estuvo a punto de fichar por el Stuttgart este verano. Sin embargo, los asiáticos no pudieron mantener la ventaja, ya que Giménez, en el cuarto minuto del tiempo añadido, envió el balón al ángulo izquierdo con un magnífico disparo que supuso el 2-2.
De este modo, el delantero del Milan evitó la primera derrota de su país tras ocho partidos invicto. La última vez que El Tri perdió fue contra Suiza en la preparación para la Copa Oro.
A diferencia de sus coanfitriones, Canadá, tercer coanfitrión del Mundial, viajó a Europa para disputar sus partidos amistosos. Tras el 3-0 del viernes en Rumanía, el equipo del exentrenador del Leipzig Jesse Marsch ganó 1-0 el martes por la noche en Swansea contra Gales. Los norteamericanos fueron el equipo más peligroso desde el principio y marcaron el gol del día poco antes del descanso: el defensa central Cornelius lanzó un tiro libre desde unos 25 metros en posición semi-derecha al ángulo derecho.