Teófilo Stevenson era un campeón récord con el potencial de llegar a ser tan grande como Muhammad Ali, pero el cubano, fallecido hace 13 años, sacrificó su carrera profesional por el comunismo.
El dolor se apoderó de las calles de La Habana y la escena internacional del boxeo quedó consternada.
El 11 de enero de 2012, hace hoy 13 años, Teófilo Stevenson, el gran héroe de la orgullosa nación boxística de Cuba, falleció a los 60 años a causa de un infarto.
El hombre que fue el primer peso pesado en ganar tres veces consecutivas los Juegos Olímpicos ya era una leyenda en vida. Y podría haberlo sido aún más si no se hubiera aferrado a unos principios que, desde la perspectiva actual, parecen impensables.
Teófilo Stevenson rechazó enfrentarse a Muhammad Ali y compañía
«El mejor boxeador de peso pesado se llama Teófilo Stevenson. Ninguno de los campeones actuales tendría ninguna oportunidad contra él», afirmó George Foreman, fallecido este año, en el apogeo de Stevenson.
Muhammad Ali, diez años mayor, y Joe Frazier querían destruir la magia especial de Stevenson y atraerlo al boxeo profesional con contratos millonarios, pero Stevenson se mantuvo firme.
El boxeador amateur siguió como un soldado fiel el dictado de su presidente comunista Fidel Castro y renunció al dinero y al glamour.
«¿Qué es un millón de dólares frente a ocho millones de cubanos que me quieren?», dijo Stevenson, expresando así lo que pensaba su jefe de Estado.
En el socialismo cubano, todas las personas debían ser iguales, y los deportistas no podían ser una excepción. En lugar de seguir los dulces tentaciones del capitalismo extranjero, los luchadores cubanos debían promocionar su país en los Juegos Olímpicos. Stevenson se tomó muy en serio esta tarea nacional.
Momento estelar en los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich
Su estrella brilló nada más debutar en los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich: el joven de origen humilde derribó a su primer rival en 30 segundos. En semifinales, noqueó al campeón alemán Peter Hussing. Cuando su rival no se presentó en la final, Teófilo Francisco Stevenson Lawrence se proclamó campeón olímpico con 20 años.
«Estoy totalmente conmocionado. Era una persona tan buena que no habría hecho daño ni a una mosca. Solo boxeaba, ese era su objetivo», declaró Hussing tras su derrota en Múnich. «Nunca me habían golpeado tan fuerte», admitió el «Oso de Brachbach».
El boicot impidió la cuarta victoria olímpica
Stevenson también ganó el oro en 1976 en Montreal y en 1980 en Moscú, sin encontrar mucha resistencia.
El dominador cubano se convirtió, después del húngaro Laszlo Papp (1948-1956), en el primer boxeador de la historia en ganar el oro en tres Juegos Olímpicos consecutivos.
En 1984 aspiraba a un cuarto triunfo, pero una vez más su jefe de Estado le estropeó los planes: Cuba boicoteó los Juegos de Los Ángeles después de que los países occidentales se hubieran ausentado cuatro años antes en Moscú por la intervención de Rusia en Afganistán.
Quizás fue mejor para el mito de Stevenson: en el Campeonato Mundial Amateur de Múnich en 1982 perdió su brillo y fue eliminado sorprendentemente en la ronda preliminar por el italiano Francesco Damiani.

