Se ha hecho un poco de silencio en torno al veterano entrenador del Friburgo, Christian Streich. Ahora, el técnico de 60 años ha salido de su retiro para pronunciarse, entre otras cosas, sobre un posible regreso.
La Bundesliga ha perdido uno de sus atractivos desde que Christian Streich dejó su cargo de entrenador. Tras la temporada 2023/24, puso fin a más de 12 años en el equipo profesional del Friburgo, al que se incorporó en 1995 como entrenador de las categorías inferiores del club.
Pero, ¿realmente ha sido así? Streich dejó una puerta abierta en su conversación con Johannes B. Kerner en el programa de entrevistas «Bestbesetzung» de MagentaTV. «No creo que vuelva a entrenar a un equipo de la Bundesliga», dijo Streich, «pero no descarto nada».
En cualquier caso, el interés por el entrenador Streich no ha desaparecido. «Cuando llevas tanto tiempo en una profesión, es inevitable que a alguien se le ocurra la idea de que quizá podría trabajar con nosotros», explicó. Sin embargo, no quiso dar nombres de clubes, sobre todo porque «no tiene relevancia». «Yo tampoco me he ido. Una pequeña parte de la verdad es que mis compañeros entrenadores en Friburgo eran tan buenos que no me habría atrevido a irme solo a ningún sitio sin ellos».
Sin embargo, Streich, que como jugador disputó diez partidos en la Bundesliga y 64 en la segunda división, sigue sintiéndose vinculado al fútbol. «Nunca me alejaré mucho de él. Da igual si soy entrenador en la Bundesliga o si ya no lo soy, o si estoy en la Kreisliga B o en las categorías inferiores. El balón sigue siendo el mismo. El juego sigue siendo el mismo. Hasta el final de mi vida».
Streich pidió ayuda para el cambio
Precisamente esta pasión por el fútbol le ha hecho difícil a Streich decir adiós. « Se trata de valor, de autoestima», afirma Streich. Como entrenador, nunca tuvo que planificar su rutina diaria, porque esta se establecía por sí sola. «Y ahora todo eso había desaparecido, no había un marco organizativo, ni una estructura en ese sentido, lo cual no es fácil». Para el cambio, recurrió a ayuda externa. «Simplemente hablé con la persona adecuada, que tenía experiencia».
Streich dedicó su nuevo tiempo libre, entre otras cosas, a viajar. Entre otras cosas, hizo un viaje en bicicleta a Bilbao y otro a Sudamérica. Además, da charlas en empresas y también realizó unas prácticas en una tienda de bicicletas. «Me imagino trabajando en algún sitio, incluso con las manos. Aprender a reparar bicicletas correctamente o algo así».
La responsabilidad «como una carga»
Streich también habló de la intensa relación con el club de Breisgau. «Lo único bueno para los entrenadores que son despedidos de vez en cuando y solo están dos o tres años en un lugar es que tienen una distancia natural», explicó. «Pero yo estaba totalmente metido en este club». Por eso, también experimentó una presión especial, incluso físicamente perceptible, cuando el Friburgo cayó a los últimos puestos de la tabla. «Lo sentí como una carga. Conocía a toda la gente y sabía que, si descendíamos a la 2.ª división, no podríamos pagar a 15 o 20 de ellos. No fue fácil».
Streich, siempre tan franco, también abordó en la entrevista la creciente comercialización del fútbol. Hace unos años habría pronosticado que el fútbol «se hundiría, que lo exprimirían como a un limón hasta que no quedara nada. Pero pueden rodar 500 000 anuncios publicitarios y meter las cámaras hasta las entrañas. Al final, volverán a haber niños jugando al fútbol en la calle. Y entonces no habrán podido destruirlo».

