Charles Leclerc no cree que Ferrari tenga que elegir entre él y Lewis Hamilton, y contradice la teoría del conflicto interno por el estilo de conducción
Charles Leclerc no se preocupa de que Ferrari desarrolle a medio o largo plazo un coche muy adaptado a la superestrella Lewis Hamilton y que pueda suponer una desventaja para él: «No creo que eso sea un problema. Solo quiero el coche más rápido para el año que viene. Y creo que eso es exactamente lo que quiere Lewis».
Leclerc considera errónea la tesis de que, según él, «solo se habla mucho fuera del equipo», a saber, que el Ferrari solo puede funcionar para Leclerc o para Hamilton debido a sus diferentes estilos de conducción: «Dondequiera que estemos el año que viene, yo ajustaré el coche a mi gusto y Lewis hará lo mismo. Realmente no me preocupa».
«Creo que ahora estamos en un momento de la Fórmula 1 en el que los ingenieros y el nivel tecnológico han avanzado tanto que solo necesitamos el coche más rápido. Ponemos el coche más rápido en la pista y luego tenemos total libertad. Ya no es como hace diez o quince años, cuando te veías obligado a ajustar la configuración y no tenías medios para hacer el coche más rápido. Ahora tenemos esos medios. Por eso no estoy preocupado en absoluto».
Pero lo cierto es que Hamilton aún no se adapta al Ferrari. No deja de quejarse de que aún no se ha aclimatado, ya sea por el comportamiento del freno motor, al que no está acostumbrado, o por la comunicación con su ingeniero de pista, que a veces parece un poco accidentada.
Sin embargo, la diferencia en el campeonato de pilotos no es tan grande: Leclerc ocupa la quinta posición con 104 puntos, mientras que Hamilton es sexto con 79. Y en la clasificación de constructores, Ferrari ocupa el tercer puesto, justo detrás de Mercedes y por delante de Red Bull.
George Russell, compañero de Hamilton durante muchos años en Mercedes, no está «seguro» de por qué Hamilton aún no ha arrancado en Ferrari. Pero una cosa está clara: «Charles es un gran piloto. Y este equipo es el equipo de Charles. Desde el principio se integró en este equipo como el chico de oro de Ferrari». Por lo que probablemente no tenga que preocuparse mucho por su posición, ni siquiera al lado de Hamilton.
Para Russell fue diferente. Cuando llegó a Mercedes, el equipo era nuevo para él y Hamilton era el «chico de oro» en torno al cual se construía todo. Ahora Hamilton está experimentando lo difícil que puede ser ser el nuevo en estructuras tan arraigadas: «No es fácil llegar a un equipo nuevo», dice Russell. «Especialmente cuando la cultura es tan diferente a la que él conocía».