El SSC Nápoles ha recuperado el liderato de la Serie A, pero lo ha pagado caro. En la victoria por 3-1 contra su rival, el Inter, De Bruyne se lesionó al lanzar un penalti.
La víspera del partido estrella de la Serie A, ambos equipos recibieron una buena noticia. El líder, el Milan, no pasó del 2-2 contra el Pisa, por lo que el ganador se llevaría el liderato de la tabla.
Al principio, se notaba la importancia del partido para ambos equipos. Ambos querían evitar cometer errores a toda costa y, por lo tanto, no se arriesgaron. Sin embargo, eso fue precisamente lo que ocurrió: poco después de que Bastoni fallara el 1-0 tras un córner (9′), un pase desviado de Spinazzola llegó a Martínez en el área. Pero el capitán falló ante Milinkovic-Savic (15′).
El Inter no se recompensa por su fase de presión
A los 20 minutos, los locales, en los que Juan Jesus y David Neres Beukema y Lucca ocupaban el banquillo en comparación con el 2-6 contra el PSV Eindhoven, se hicieron más presentes en el último tercio del campo. Los tifosi no tardaron en celebrar. De Bruyne aprovechó un penalti provocado por Mkhitaryan, que se lesionó en la jugada, contra di Lorenzo. Sin embargo, el belga pagó caro el 1-0: inmediatamente se agarró la parte posterior del muslo derecho y abandonó el campo con ayuda, ya que no podía apoyar la pierna.
El Inter, que había comenzado con seis novedades tras el 4-0 en Saint-Gilles, se lanzó al ataque y creó numerosas ocasiones. Sin embargo, Bastoni (que remató de cabeza al larguero en el minuto 41), Calhanoglu (45+1), Martínez (45+2) y Dumfries (que remató de cabeza al poste en el minuto 45+3) no lograron empatar, por lo que los napolitanos mantuvieron la ventaja hasta el descanso.
McTominay aumenta la ventaja con un gol espectacular
El equipo de Conte se mostró mucho más frío esa noche. Porque, tras la segunda oportunidad, el balón volvió a entrar en la portería. Esta vez, McTominay marcó con una volea espectacular (54′). Sin embargo, el 2-0 no duró mucho, porque Buongiorno cometió una mano en su propia área al bloquear con el codo un remate de cabeza de Martínez. Calhanoglu aprovechó el regalo desde el punto de penalti (59′).
Sin embargo, la emoción duró muy poco: Zambo Anguissa demostró su impresionante físico y se internó de forma inimitable hasta el borde del área, desde donde superó a Sommer (66′). Fue el gol decisivo, ya que afectó al Inter. El equipo de Chivu no volvió a mostrar el peligroso juego ofensivo de los últimos minutos de la primera parte. Por este motivo, el marcador se quedó en 3-1, lo que permitió al Nápoles superar a los dos clubes milaneses y colocarse en cabeza de la tabla.
Ambos equipos volverán a la acción esta semana. El Nápoles visitará Lecce el martes (18:30 h), mientras que el Inter recibirá a la Fiorentina (20:45 h).

